Y cómo EN CLAVE DE SOL se publicó finalmente como LA MÚSICA DE LAS ESFERAS
EN CLAVE DE SOL se publicará a principios de 2018 como LA MÚSICA DE LAS ESFERAS. Este post es una despedida al niño y una bienvenida al adulto.
Es ley de vida. Los niños crecen, te hacen muy feliz, pero finalmente deben emprender su propio camino. Algo así siento, mitad satisfecho, mitad melancólico, cuando pienso en mi novela. EN CLAVE DE SOL se publicará a principios de 2018 como LA MÚSICA DE LAS ESFERAS. Este post es una despedida al niño y una bienvenida al adulto, una especie de auto-homenaje a mi trabajo hasta ahora, un bálsamo que me alivie la nostalgia de ver volar a mi pequeño.
Al principio sólo éramos mi idea y yo, una clave y un sol.
El viaje ha sido largo. Hace unos once años que empecé a escribir, así sin más, a las bravas, sin tener experiencia previa ni los conocimientos básicos de cómo estructurar una novela. Sólo éramos mi idea y yo. Y mi voluntad. Tan celoso estaba de mi idea, tan buena creía que era, que protegía mis textos con contraseña. ¿Quién creía que iba a venir a robármelos? ¿Ken Follet? Qué inocente. Fijaos si ha pasado tiempo, que hace poco quise recuperar aquellos primeros textos y ¡no me acordaba de la password! Menos mal que hay herramientas para la fuerza bruta también en el mundo virtual.
No lo dije a nadie que estaba escribiendo una novela, hasta que mi pareja empezó a mal pensar de mi sobre lo que hacía tanto tiempo encerrado.
Estas líneas son también un homenaje a ella, que siempre fue el viento bajo mis alas, como dice la canción. Con soportarme durante todos esos años no bastó, así que una vez terminada, leyó y releyó la novela encontrando fallos y proponiendo mejoras. Sin su apoyo esta novela simplemente no habría existido nunca.
Sonrío por dentro al recordar los fallos de principiante que cometía al escribir. Como no sabía si mi idea iba a dar para una novela completa, me esforzaba en prolongar las descripciones y los diálogos, incluir escenas por aquí y por allí, profundizar demasiado en lo secundario… Así salieron unas 800 páginas de novela, un «tochaco» con la misma esencia de aventura que la de hoy, pero con demasiado peso, repeticiones y explicaciones innecesarias.
Aún así, para mí era perfecta, no había otra novela igual, así que ni corto ni perezoso, supongo que como todos los escritores noveles, envié el texto a todas las editoriales, agentes y concursos que encontré. Los meses pasaron sin respuesta de ningún tipo, hasta que tres agencias me ofrecieron representar la novela casi al mismo tiempo. ¡Pero si hasta tuve que elegir! Recuerdo perfectamente el subidón que me dio cuando me llamaron de una de ellas, en la que tenía más confianza, para rogarme que me quedara con ellos. Y lo hice, claro, encantado de la vida.
Hay que saber reconocer los errores y amputar cuando es necesario.
Pensé que el primer paso ya lo había conseguido. Pero esto no va de subir escalones uno a uno, sino de ir varios para arriba y alguno para abajo. El informe de la primera editorial seria que se leyó el manuscrito fue demoledor. Tenía que meter la tijera en muchos sitios, aligerar y dinamizar la trama, hacerla más fluida. Me convenció porque ya era una cosa que yo también había interiorizado, así que me puse manos a la obra. El ejercicio de amputación a un hijo es muy doloroso, y sólo es posible si estás convencido de que el resultado va a repercutir en su salud. Así quedó EN CLAVE DE SOL más o menos tal y como es a día de hoy la novela, pero la editorial ya no estaba interesada y a la agencia le costaba colocarlo. Pasó el tiempo y, al no haber resultados, de mutuo acuerdo decidimos poner fin a nuestra relación.
Con la excusa del concurso perdí la vergüenza de pedirle a mis amigos y familiares que compraran mi libro en Amazon.
Fue entonces cuando me decidí a autopublicarlo, pensando que era la única vía que me quedaba para que el público disfrutara de mi “gran obra”. ¡No sabían lo que se estaban perdiendo, yo no podía desfallecer! No sé si esta confianza en que tenía un buen producto se debía únicamente a una fe ciega y bastante egocéntrica, pero la verdad es que sin ese motor habría abandonado hace ya mucho tiempo.Terminé de preparar el texto justo cuando veo que Amazon está en mitad de su concurso de autores independientes, en agosto de 2014. Encargo una portada profesional y una revisión orto-tipográfica y de estilo de urgencia y me presento al concurso una semana antes de que expirara el plazo.
Enseguida sube como la espuma en ventas y valoraciones. La verdad es que la excusa del concurso me sirvió para perder la vergüenza de pedirle a mis amigos y familiares que compraran mi libro en Amazon. ¡Era para un concurso, tenían que ayudarme! Y lo hicieron, pero no solo ellos, el boca a boca corrió y la novela gustaba. El día que salieron los premiados mi novela estaba la segunda en la lista de los concursantes. La verdad es que me llevé un chasco al no verme entre los finalistas. Quizás el mes que empleé en la revisión jugó en mi contra y mi novela estuvo muy poco tiempo “compitiendo”. Pero era algo que tenía muy claro: si publicaba, publicaba bien, es decir, con una calidad de producto totalmente comercial. Había visto bastantes libros autopublicados con muchísimos fallos de ortografía, gramática, estilo, formato… Yo no quería ser uno más. EN CLAVE DE SOL no se merecía eso.
Fueron unos meses muy felices, la verdad. Mi novela estaba ahí arriba, en los más vendidos de Acción y Aventura, y en Fantasía, junto a los grandes de estas categorías. No paraba de hacer capturas de pantallas cuando veía mi novela al lado de la de Ken Follet, Matilde Asensi, Javier Sierra y el resto de mis autores favoritos. Estaba emocionado. Llegaban las valoraciones, tanto de las de los lectores de Amazon, como de los blogs que reseñaron mi novela (¡qué gran ayuda, y desinteresada, además!).
El libro gustaba, enganchaba, entretenía y tocaba la fibra sensible. Estaba consiguiendo al fin lo que tanto había deseado: compartir mis palabras, esos trocitos de mi alma, con otras personas; entrar en sintonía con ellas, cual diapasones remotos. Entré en contacto con otros autores que pululaban por Amazon, todos muy amables, ningún mal rollo. Llegué a sentirme uno más entre ellos, qué gozada.
La verdad es que me lo pasé chachi. De repente me convertí en “community manager”, diseñador web, diseñador de video (para mi book-trailer)… Todas estas tonterías a mí me gustan, y me gusta aprender cosas nuevas, así que lo hice con gran placer.
El autor autopublicado debe convertirse en un hombre orquesta si quiere sobrevivir.
Con el paso de los meses la caída en ventas fue gradual. Pensaba que Amazon no me daba las mismas oportunidades que a otros, en cuanto a promociones, pero nunca me quejé. Ellos seguro que tenían grandes novelas también (algunas las había leído y doy fe de ello). Al fin Amazon me dio una oportunidad de promoción importante, premiando la presencia que había tenido mi novela en los últimos meses con un puesto de honor en el Black Friday de 2015. El empujón fue muy importante y EN CLAVE DE SOL volvió a los primeros puestos.
Después de eso, entendí que la trayectoria de EN CLAVE DE SOL en Amazon llegaba a su fin y, ¿por casualidad?, encuentro en Facebook una agencia llamada Montse Cortázar que dice que representa los libros de Matilde Asensi en el extranjero. Y me digo “a esta chica le tiene que gustar mi novela”. Pero también pienso ¡qué pereza!, ¿volver otra vez a intentar la publicación vía editorial de toda la vida? Y me digo “nada pierdes, envíala a ver qué pasa, el espaldarazo del éxito en Amazon tiene que abrir puertas antes cerradas”.
Y funcionó. Enseguida Penguin Random House nos propuso un contrato de publicación, bajo su sello SUMA DE LETRAS.
Y a Montse le gustó. Tuvo la gran idea al proponerme hacerle una limpieza de cara: cambiarle el título, portada nueva… Y funcionó. Enseguida Penguin Random House nos propuso un contrato de publicación, bajo su sello SUMA DE LETRAS.
Estallé de alegría, todo el esfuerzo y la confianza puesta en mi novela eran compartidos ahora por una de las grandes editoriales mundiales.
¿Fin del camino? ¡Qué va! La distribución va a empezar en México y algunos países americanos, pero tengo la espina clavada de no ser profeta en mi tierra, así que ese será mi próximo objetivo: ver LA MÚSICA DE LAS ESFERAS en las librerías españolas para que mis padres puedan presumir de hijo.
Más allá, la novela sigue intentando encontrar editorial en otros idiomas diferentes al castellano, y ahí confío en que Montse va a hacer un buen trabajo de nuevo.
Y no descansaré hasta que vea la película en Hollywood, con la banda sonora compuesta por Paul Mounsey, un compositor poco conocido aquí en España pero que inspiró esta novela con su tema “From ebb to flood”. No permitiré que otra canción ocupe el lugar de “Square Circle”, la protagonista musical de esta epopeya personal.
A mí me dejó una profunda huella cuando compré y leí EN CLAVE DE SOL en Amazon tanto, que la recomendé a todo aquel que quería escucharme. Ahora espero tener la oportunidad de comprar LA MÚSICA DE LAS ESFERAS cuando llegue acá a Mexico. Lo espero con ansias. Felicidades Luis y mil bendiciones para ti y tu hijo literario. Siéntete orgulloso porque es una maravilla idea Bien plasmada. Un saludo desde Playa del Carmen en Mexico.
Muchas gracias, Silvia, eres mi fan nº1 en México. Espero que te retrates con la novela en alguna librería y nos envíes la foto. Me hará una gran ilusión, de verdad.
Besos
Luis